El Club del Suscriptor, junto con Viajes Fama, organizó para los suscriptores un viaje exquisito para dar la bienvenida oficial al verano.
Roma fue la primera parada de este viaje; allí les esperaba un guía para conocer la ciudad, su historia y su arte. La visita encandiló especialmente a los viajeros debido a la profesionalidad de Emilio, el guía, que no escatimó en minuciosas explicaciones. En la ciudad de El Vaticano visitaron la Capilla Sixtina y Museos Vaticanos, así como la mayor basílica de la Cristiandad: San Pedro. No podían perderse el Panteón, la Plaza Navona -donde degustaron un bombón típico de Italia-, la Fontana de Trevi o la Catedral de Roma, con la Escalinata Santa y la Basílica de Santa Maria La Mayor. Los suscriptores quedaron especialmente deslumbrados con el paseo a Roma por la noche para contemplar la ciudad iluminada, el Coliseo encendido fue uno de las estampas más bellas.
Nápoles fue otra de las paradas, con el parque natural del Vesubio, que acoge el único volcán activo en el continente. Es famoso por su erupción del 24 de agosto de 79 dC, en la que fueron sepultadas las ciudades de Pompeya y Ercolano. En sus proximidades, se levanta la moderna Pompeya. Una actividad que gustó mucho fue la que hicieron en un pequeño teatro de Pompeya: con la ayuda del guía, Nelo, realizaron una prueba acústica. La calle de los Españoles en Nápoles, llamó mucho la atención de los suscriptores debido a sus ya tradicionales balcones adornados con ropa tendida.
Ya en Sorrento y con guía local, visitaron las ruinas greco-romanas de Paestum (antigua ciudad griega de Poseidonia o Posidonia); el nombre romano clásico de la que fuera una importante ciudad greco-romana, en la región italiana de La Campania. Después, se trasladaron a la ciudad de Salerno, que actualmente constituye un importante centro turístico, comercial e industrial del sur de Italia; sus calles, mediterráneas y a la vez pintorescas, recibieron a unos viajeros asombrados.
El último día, lo dedicaron a un recorrido completo por la costa amalfitana hasta llegar a la parte alta de Positana, una población llena de arte integrante de la antigua República Amalfitana, una de las más pujantes durante la Alta Edad Media. Destaca su catedral, de diferentes estilos y Patrimonio de la Humanidad.
El grupo disfrutó mucho de la gastronomía italiana, que les sorprendió gratamente por su amplia variedad, debido a la idea extendida de que la pasta y las pizzas inundan todos los restaurantes.