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Segundo viaje a China

La travesía organizada por Viajes Halcón fue acogida por una treintena de suscriptores que disfrutaron de una semana oriental

En tan solo tres meses el Club del Suscriptor ha preparado dos viajes a China. En esta ocasión se apuntaron a esta aventura de gran envergadura una treintena de suscriptores.

En la cultural china, los suscriptores tuvieron la oportunidad, durante una semana, de conocer las costumbres y lugares más representativos. Para ello contaron con un guía receptor en China, nativo y muy atento, al que todos llamaron Manolo, ya que al parecer su nombre chino era algo más que difícil de pronunciar. Manolo y Margot, del Club, así como Ricardo, de Viajes Halcón (empresa que organizó el viaje), acompañaron a los suscriptores durante toda su estancia.

La magnífica temperatura, de unos 24 grados, hizo de las visitas una agradable experiencia. Visitaron el Templo del Cielo, catalogada como patrimonio de la Humanidad; también tuvieron la oportunidad de pasear por la plaza de Tian An Men, la más grande del mundo; por la famosa calle comercial Wangfujing; la Ciudad Prohibida, conociendo el poder que tenían las dinastías Ming y Qing; el Templo de los Lamas; el templo budista-tibetano más importante fuera del Tíbet o el Palacio de Verano, que fue un jardín imperial durante la dinastía Qing.

La visita a la Muralla China fue muy esperada por los suscriptores, que demostraron estar en muy buena forma física ya que recorrieron dos horas de muralla, es decir, tres tramos completos.

Hubo tiempo para festejar un par de cumpleaños: el de la suscriptora Teresa y el de Ricardo, de Halcón viajes. Asimismo, se divirtieron montando en triciclo por un hutong por el barrio antiguo y en la visita al teatro Tiandi donde pudieron ver números de acrobacia y malabares.

En cuanto a la gastronomía, Margot nos cuenta que degustaron la típica del país todos los días, pero cabe destacar que hubo algún valiente que se atrevió, en la visita al mercado nocturno de Wangfujing, a degustar escorpiones fritos, abejas o ciempiés. El pato lacado en el restaurante Quanjude fue uno de los platos estrella.

Una de las últimas actividades fue conocer la seda, emblema chino; los suscriptores tuvieron oportunidad de conocer su fabricación, su venta...

Además, la ciudad de Beijing presentó sus edificios olímpicos a los suscriptores, éstos disfrutaron de salas como en la que Nadal recibió su medalla de oro.