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Lleno en Marineland

Ultima Hora invita a más de 3.000 suscriptores para disfrutar, en el día de la madre, del delfinario

Si algo define a los suscriptores son las ganas de pasárselo bien, y si es en compañía de amigos y familia mucho mejor. Siguiendo esta filosofía, el Club del Suscriptor volvió a organizar un día familiar en las instalaciones del delfinario Marineland. Una actividad gratuita en la que solo importaba disfrutar.

Marineland brillaba en un día despejado y el recinto se llenó con más de 3.000 suscriptores que se pasearon por todos los espacios: la gran jaula de los pájaros; la piscina de los pingüinos con las paredes acristaladas, a través de las cuales se les podía ver nadar y girar hábilmente; los flamencos rosas que son muy llamativos y a ningún niño se le escapa señalarlos; las majestuosas tortugas marinas también fueron objeto de asombro de los más pequeños, posiblemente por su tamaño. Los más valientes entraron a ver los reptiles y los tiburones, ubicados en el acuario...

Los shows especiales son los de los loros, los leones marinos y, por supuesto, los delfines.

Los loros, que disfrutan de un nuevo escenario más ‘pirata’, sobrevolaron al público sentado en las gradas e hicieron peripecias increíbles como contar o conversar con los presentadores.

Uno de los leones marinos se acercó al público saludando a todo el mundo y aplaudiendo cuando los entrenadores les decían. Finalmente, el espectáculo de los delfines fue el colofón del día, en él los cetáceos demostraron su gran inteligencia y habilidades con unos saltos acrobáticos muy emocionantes, además las notas de humor de los entrenadores y la vuelta en barco de alguno de los niños del público cerraron un show que resultó ser multitudinario.

Con la intención de favorecer a todo el mundo, Marineland realizó sus espectáculos en dos horarios uno por la mañana y otro por la tarde, en ambos casos, lleno.

Los más calurosos aprovecharon la piscina infantil que contaba con algunos toboganes divertidos, siempre bajo la supervisión de un socorrista. También hubo quien bajó a la playa a jugar con la arena. Y los que quisieron comer o beber algo lo pudieron hacer en el Sea View Restaurant, un restaurante a la carta maravillosamente ubicado frente al mar.