En lancha rápida y con un día muy soleado, un grupo de suscriptores se embarcó en una jornada de playa y excursiones en la isla de Cabrera.
Una hora bastó para llegar desde Mallorca hasta el puertecito que da la bienvenida en Cabrera. Una vez allí, un grupo de expertos encargados de la preservación de la isla, advirtió a los suscriptores de las normas mínimas que debían cumplir para que la isla se mantuviera en perfecto estado.
Tras ello, cada uno se dispuso a disfrutar de las diferentes playas que ofrece Cabrera, algunas más cercanas al puerto y otras que merecían caminatas de una hora a pie.
Entre las diferentes actividades que los suscriptores realizaron durante el día, destacaron sobre todo el relax y los baños en las cristalinas aguas que dejaban ver los peces que habitan sus aguas.
Algunos más interesados en el fondo marino bucearon un poco.
La excursión incluía, para los que lo querían, una comida a bordo de la lancha que consistía en una paellita y solomillos.
Finalmente, a la vuelta a Mallorca, la lancha hizo una parada en la Cueva Azul que, por su magnético color azul, sólo algunos se atreven a bañarse en esas aguas.
Una jornada de sol y playa en una reserva natural.