La Cuaresma entra en su recta final y aunque este año la Semana Santa va a ser cuanto menos peculiar, lo cierto es que la devoción y el ingenio harán que miles de personas la celebren de un modo u otro.
Una de la cosas que sí podemos disfrutar en esta insólita Semana Santa es la gastronomía balear típica de estas fechas. Son muchas las cooperativas mallorquinas que en estos días de incertidumbre, de aislamiento y de desabastecimiento de algunos productos, han dado un paso al frente y han decidido hacer llegar sus productos, de calidad y kilómetro cero, a las casas de toda Mallorca. Carne de cordero, aceites, leches, quesos, harinas, frutas, verduras… un sinfín de alimentos de primera calidad con los que saborear unos días de fiesta especiales.
La cocina mediterránea que tanto nos caracteriza a los isleños baleares, despunta estos días con bocados exquisitos y en la mente de todos ya están las tradicionales empanadas o delicados robiols.
Pero vayamos por partes, pongámonos el delantal, variemos un poco y cocinemos en familia:
Los Crespells
Son esas galletas tan deliciosas y tan fáciles de cocinar con los más pequeños de la casa. Son bienvenidos cualquier día del año pero en estas fechas están presentes en la mayor parte de las casas. Los ingredientes principales para elaborar los crespells son limón, naranja, aceite de oliva, manteca, harina y azúcar. Mezclar los ingredientes hasta conseguir una masa homogénea, amasar y elegir la forma de las galletas, son los siguientes pasos. Todo ello se puede, fácilmente, cocinar con los niños. Variemos un poco la receta: si añadimos un poco de jengibre en polvo o rallado o canela, conseguiremos sabores ligeramente distintos que nos pueden sorprender.
Los Robiols
Al indagar un poco sobre estos dulces, la historia nos conduce a un origen posiblemente judío. Al contrario que los crespells, los robiols no suelen verse el resto del año, tal vez por eso estos días son una de las recetas más populares. Su delicada pasta se rellena y los mejunjes más típicos son el requesón, el cabello de ángel, la mermelada de naranja o el chocolate. Para la masa se utiliza harina de repostería, azúcar, aceite, zumo de naranja, yemas de huevo y manteca de cerdo. Variemos un poco la receta: cocinar una crema pastelera es sencillo y puede ser un relleno de lo más interesante, sobre todo para los niños.
Las Panades
Las verdadera estrella de estos días es la receta de las panades. Son tan famosas en el recetario mallorquín que en cualquier panadería se pueden encontrar fácilmente todo el año. Muchos chefs las incorporan en sus menús de restaurante y los turistas saben apreciar muy bien su sabor. Las panades tienen forma circular y su interior se rellena de carne, verdura y/o pescado, siendo las más típicas las rellenas de carne de cordero. Variemos un poco la receta: prueben a rellenarlas con cordero adobado en curry o incluso a rellenarlas de pollo con curry.
El Frit de Pascua
En la freixura se unen distintas frituras que mezclan sabores con gran carácter. El frito más común incorpora cordero, ajos, guindilla, pimienta, cebolla, pimientos, patatas, guisantes y alcachofa.
La mona de Pascua
Este delicioso postre es uno de los más especiales para los niños, y también para muchos mayores. El chocolate es el gran protagonista y la tradición es que los padrinos las regalen a sus ahijados. Los dibujos infantiles son los que marcan el diseño de las monas, creando auténticas obras de arte con chocolate. Pero la mona tradicional es la de brioche y aunque es muy popular en Mallorca, otros lugares también la disfrutan debido al origen árabe del dulce. Es una bollería con base de harina, huevo y azúcar y tradicionalmente se acompaña de huevos cocidos pintados de colores, pero éstos se han ido sustituyendo cada vez más por los huevos de chocolate.