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El vino, protagonista en el Club

Las bodegas Macià Batle fueron el escenario escogido para la última excursión organizada por el Club del Suscriptor

Hablar de Macià Batle es hablar de todo un referente en Mallorca en cuanto a vinos se refiere, y es que destaca por la búsqueda de la excelencia en la elaboración de sus caldos a partir de vides mallorquinas meticulosamente seleccionadas.

Para el pasado fin de semana, el Club del Suscriptor de Ultima Hora organizó, junto a las mencionadas bodegas de Santa Maria, una visita a sus instalaciones para descubrir cómo llevan a cabo el proceso de elaboración de sus vinos a partir del recorrido que hace la uva en la temporada de vendimia durante su vinificación. El grupo de suscriptores tuvo una acompañante excepcional desde el Club, fue Fina Costa, la directora del mismo, quien se sumó a la vista para hacer las veces de anfitriona y atender a ‘su familia’ en todas sus dudas y necesidades. Marina Alles fue la encargada de Macià Batle de guiar al grupo durante la visita y ofrecerles unas exquisitas explicaciones sobre la bodega.
Como no podía ser de otro modo, las risas y el buen ambiente se unieron al grupo durante una visita en la que conocieron las zonas de fermentación y embotellado, así como los respectivos depósitos y la zona de crianza en barricas de roble y de reposo de las botellas.

El arte también está muy presente en las bodegas, tanto en forma de lienzos y cuadros que acompañan y adornan sus paredes en el recorrido de la visita como en forma de etiquetas para algunos de sus vinos más especiales, para los que piden la colaboración de artistas conocidos, pintores, dibujantes e ilustradores que apoyan esta iniciativa para dejar su huella en la historia de esta bodega y dotar a los vinos de una marcada personalidad.

La guinda final al recorrido por las instalaciones de Macià Batle la puso una exquisita degustación de productos delicatesen que elaboran ellos mismos, como es el caso de su aceite de oliva extra virgen, balsámicos y patés, y todo ello regado con sus caldos, de los que cataron seis variedades.
Sin duda, una jornada lúdica imprescindible para los amantes del buen vino mallorquín.